Limpieza impecable y atención muy amigable.

El Rasa Sayang Resort me sorprendió gratamente. Las cabañas son amplias y muy bien decoradas. la atención del personal fue excepcional. Disfruté de un desayuno variado y de un ambiente tranquilo. Sin embargo, el acceso a algunos servicios fue un poco complicado.

La ubicación es excelente, a solo 100 metros de la playa con atardeceres increíbles. La habitación era amplia y siempre estaba muy limpia. Alquilar motos en el lugar fue fácil y divertido. Un detalle negativo fue que el acceso a servicios como el 7/11 es complicado y necesitas vehículo para moverte.

El hotel tiene un estilo único y está rodeado de vegetación, lo que lo convierte en un lugar ideal para relajarse con la familia. Nos hospedamos en un bungalow deluxe y disfrutamos de varias actividades como el buceo y paseos a caballo. El desayuno era variado y delicioso.

A mis hijos les hubiera gustado más opciones de entretenimiento para ellos.

Lo recomiendo para parejas que buscan tranquilidad

Pasamos una semana increíble, disfrutando del hermoso jardín y la espaciosa cabaña. La ubicación era perfecta, a solo 5 minutos caminando de la playa Long Beach, donde encontramos varios restaurantes que nos permitieron disfrutar de la comida local.

No fue barato, pero sigue siendo aceptable.

El hotel tiene un ambiente relajante con bungalows que son amplios y bien decorados. Disfruté de un delicioso desayuno y de la atención del personal, que siempre estuvo dispuesto a ayudar. Sin embargo, la ubicación es un poco complicada para acceder a ciertos servicios como tiendas.

Este lugar me queda perfecto, y tiene todo lo que necesito, como wifi gratis en áreas públicas, masajes y un restaurante con comida deliciosa. Recuerdo que en mi primera visita, el personal me devolvió algo que dejé olvidado. Recomiendo probar el desayuno.

Experiencia única en un entorno encantador

Al llegar, nos recibieron con un zumo de naranja natural mientras aguardábamos nuestra habitación, lo cual fue un detalle encantador. Disfrutamos de la cercanía a una playa hermosa donde observamos atardeceres impresionantes, además, el desayuno nos permitió pedir huevos recién hechos, lo que hizo las mañanas aún más especiales. Las habitaciones eran amplias, limpias y contaban con una terraza encantadora con un aroma agradable por la noche para mantener alejados a los mosquitos. Sin embargo, sería ideal si hubiera un acceso más fácil a servicios como el 7/11.

Las cabañas del Rasa Sayang Resort son como un refugio en un jardín tropical, a solo 100 metros de una playa que parece sacada de una postal. El desayuno era una fiesta de frutas frescas y huevos tan esponjosos que parecían bailar en el plato, lo que hacía que cada mañana fuera algo especial.

Dificultad en transporte